Si estás buscando sombra para invernaderos, nosotros somos especialistas en sombreado para aplicar a cualquier estructura.
Gracias a nuestra malla sombreadora se reduce la intensidad de la luz del sol y además se proporciona una barrera contra el viento.
Nuestra línea de sombra para invernadero OBAMALLA viene fabricada en polietileno ultra seleccionado y tratado especialmente para resistir contra los rayos UV. No se desgarra ni se deshila y su durabilidad está garantizada.
Se utiliza para cubrir casas sombra, invernaderos, viveros. Adicionalmente encuentra aplicación en parques, jardines, patios, y terrazas para crear zonas de sombra y privacy.
Ventajas de la malla sombreadora
Gracias a la tecnología de la malla sombreadora, se filtran los rayos solares. Sin embargo la media sombra deja penetrar la luz necesaria para la planta. Además no impide la ventilación. En definitiva representa una eficaz defensa para salvaguardar la calidad y la rentabilidad de la cosecha.
Las plantas necesitan una adecuada exposición a los rayos solares. A este propósito Hortomallas ha desarrollado una malla de soporte para hortalizas y flores que favorece que todas las partes de las plantas reciban luz.
Sin embargo el exceso de sol puede representar un riesgo para el cultivo.
Hojas y frutos se pueden quemar, el terreno se vuelve árido y seco. En un momento crítico del desarrollo de la planta, después de la floración, la media sombra protege el cultivo. En particular el repentino incremento de la temperatura puede causar un daño económico importante.
La malla sombra para invernaderos es ligera y fácil de instalar y garantiza un grado uniforme de sombreado.
El porcentaje de densidad del tejido corresponde al grado de sombreado que se quiere alcanzar. Esto depende del tipo de planta que hay que proteger.
Además el tejido de la malla sombra deja pasar el aire y transpirar las plantas, manteniendo un nivel de humedad relativa adecuado.
Malla de sombreo para invernaderos
Durante las época de mayor calor, en invernadero pueden presentarse varios problemas. Alcanzando y sobrepasando los 35°C los cultivos sufren pérdidas de calidad y de rendimiento. Además el calor se vuelve insoportable para los mismos trabajadores.
Es necesario refrescar el ambiente del cultivo y controlar la humedad relativa para garantizar el bienestar fisiológicos de las plantas.
Las condiciones térmicas que se registran al interior de un invernadero dependen del tipo de cultivo, las condiciones de exposición a los rayos del sol, la apertura de puertas y ventanas, el sistema de riego y los fenómenos de condensación.
Regulación de la humedad relativa y de la temperatura. Influencia sobre la transpiración de las plantas. Cómo puede afectar a la producción. Sombra para invernaderos
La radiación solar que penetra en el invernadero y la transpiración de las plantas – o sea el proceso de evaporación – provocan formación de vapor o humedad relativa.
Este valor es muy importante en el invernadero y requiere una adecuada ventilación para mantenerse al nivel óptimo. Un valor de humedad relativa demasiado alto o demasiado bajo influye negativamente sobre el crecimiento vegetal. Cuando la humedad del aire es demasiado alta se reduce la actividad fotosintética.
Así que es fundamental una relación adecuada entre los valores de humedad y de temperatura.
La sombra para invernaderos mejora los niveles de desarrollo de las plantas en cuanto influye positivamente sobre la transpiración. Por consecuencia limita la insurgencia de alteraciones de las plantas.
Humedad relativa y transpiración Sombra para invernaderos
La velocidad de transpiración está directamente relacionada con la humedad relativa.
La humedad relativa es la medida del contenido de agua en el aire, en otras palabras la cantidad de vapor en el aire. Un aumento de la temperatura del aire sin que se acompañe un aumento de la temperatura de la hoja provoca una disminución de la transpiración.
Por ejemplo una planta de tomate cultivada en invernadero llega a transpirar diariamente hasta un litro de agua por metro cuadrado cada ora.
La transpiración condiciona la formación del gradiente de energía que es a la base del transporte del agua y de los sales minerales. Además regula la evaporación a través de los estomas dispuestos sobre la superficie de las hojas. El grado de apertura de los estomas es el principal factor de regulación de la transpiración. La transpiración a su vez controla el contenido de agua y el transporte de las substancias nutritivas. El gradiente de concentración de vapor del agua entre la superficie de la hoja y el aire influye sobre el enfriamiento de la hoja.
Temperatura y transpiración Sombra para invernaderos
Las variaciones de temperatura alteran el gradiente de presión del vapor entre lo interior y el exterior de la hoja. Por consecuencia hay efectos sobre la velocidad de transpiración y sobre la actividad metabólica y fotosintética de la planta.
En conclusión, la humedad o sea el contenido del agua en el aire en el interior del invernadero, puede favorecer o obstaculizar la transpiración de las plantas con efectos negativos sobre los sistemas de transporte de la linfa y el desarrollo de patologías micoticas.
Por un lado los valores de humedad relativa superiores al 90% condicionan el transporte de los nutrientes y del agua. Por otro lado valores por debajo del 60%, sobretodo en áreas climáticas con mucho sol y escasa ventilación pueden causar estrés fisiológico a las plantas con consecuente reducción de la calidad y de la producción.
La temperatura ideal en los cultivos protegidos
La temperatura del aire que se registra en invernaderos es el resultado de muchos factores. Entre ellos: índice de irradiación, convección, conducción, circulación del aire, etc. de las paredes de la estructura y el suelo. La mayor parte de las plantas que se cultiva en invernadero requiere una temperatura óptima de entre 17°C y 27°C. La temperatura mínima es de 10°C y la máxima de 35°C, con la excepción de algunas plantas. En general hasta temperaturas externas de 27°C, no hay problema. Al contrario, cuando la temperatura externa es más elevada y se mantiene por largo períodos de tiempo hay que intervenir para mantener el microclima necesario para el proceso de fotosíntesis de la clorofila.
La aplicación de la sombra para invernaderos baja la radiación solar directa que afecta sobretodo a los cultivos más sensibles.
Además controla la humedad relativa y la temperatura, impidiendo a la radiación de penetrar en el interior del invernadero.